sábado, agosto 07, 2010

De la teoría a la práctica como inquietud constante...

No hace mucho que me veo inmersa en el "mundo profesional" al que decían nos insertaremos una vez que aprobemos todos los cursos y aprendamos todos los conocimientos necesarios, nos inculcaron que había que complejizar la realidad social dinámica, configurandola desde las diversas visiones. Hoy creo que sí, efectivamente ello es así y se hace necesario poder discutir dentro de los espacios de trabajo el cómo se está haciendo el trabajo y que los distintas disciplinas de las ciencias sociales y sus profesionales tienen la inquietud de hacerlo, sin embargo -y aquí va el problema- no siempre y generalmente esas instancias no existen. En primer lugar porque lo importante en la intervención social directa es que sea eficaz y en el momento necesario y en segundo lugar porque desde mi experiencia no existe la voluntad política ni económica por preocuparse de la intervención, centrada en las personas y sus vivencias.
Hoy en el servicio público (desde donde yo me posiciono) se exige mas de normas técnicas que de calidad de intervención, en donde se cae en la maquina perversa de relizar y cumplir con lo cuantitativo (número de atenciones, fechas de atención, informes semestrales, entre otros), pero el momento del trato directo se privilegia el trabajo desde la mirada del profesional individual, bajo ningún punto de vista hablando de un equipo disciplinar, y no desde las necesidades reales de los individuos con los cuales se trabaja, desde ahí es que se cae en errores como no comprender que a un punky no quiera trabajar en un empresa.


"Luchamos contra la miseria pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación"
(Guevara, 1963)

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