Cada vez que
vuelvo a ese lugar me pasan cosas, se me revuelven las emociones y mi afán de
lucha vuelve a renacer y renace por cada una de las personas que están allí.
Cuando me preguntaron si podía ir hoy, tenía tanta angustia que no me sentí
capaz, pensé en renunciar a la opción. Me mentí diciendo que era poca plata,
que emocionalmente no estaba bien y muchas cosas (cosas que por cierto, pueden
ser), aunque capaz que ni siquiera quede… pero rescato muchas cosas.
Primero una
persona me dijo que me agradecía por querer trabajar con ellos, porque la
mayoría de las personas los discriminan, la mayoría de las personas se aleja de
ellos, porque están cochinos, porque tienen piojos y otras cosas, me agradeció
por estar dispuesta a escucharlo, por interesarme en su historia. Me contaba
que se estaba preparando para el día del niño, estaba juntando plata, y por eso
no había tomado éstos días, me dijo que llevaba dos mil pesos, que quería
comprarle una tortita a su hijo con síndrome de down que ese era su objetivo de
la semana, fue ahí como me sentí una mierda… no por no conocer ello, sino que
por no recordarlo siempre. Me sentí estúpida pensando que mi vida se venía
abajo porque un hombre me dejaba, me sentí estúpida pensando cómo lo iba a
hacer sin trabajo y me sentí aún más estúpida pensando en que nada tenía
sentido, me dio pena.
Un hombre de
calle ebrio, me contó que comenzó a tomar porque su señora lo dejo, él sentía que
no tenía nada sin ella y comenzó a vivir en el alcohol, dentro de mí le decía “no
sabes como te entiendo” pero debía decirle que no era el camino; él no tenía a
nadie. Yo, lo tengo todo. Tengo unos amigos increíbles que no han dejado
hundirme, me dicen cosas duras que me hacen crecer y me hacen ver las cosas con
claridad, tengo una familia que está conmigo por mas que yo decida dejarlos
fuera y por sobre todo tuve una historia de más de seis años que me hiso
aprender muchas cosas, sobretodo me enseñó a vivir. Por ahora no puedo obligar
a amar, pero si puedo amar sin esperar nada a cambio.
Ni siquiera
sé, si iré a trabajar a aquel lugar… lo que sí se es que cada día es un
aprendizaje nuevo, hoy estoy dispuesta a vivirla. No quiero más decepciones.