jueves, octubre 14, 2010

Una sonrisa basta


Hoy tuve que caminar por el centro de Santiago, comencé en Parque Bustamante y decidí pasar por un edificio que me resolvería algunas dudas sobre mi futuro, la verdad es que no me solucionaron mucho, pero me dieron otra dirección en donde mis preguntas serían contestadas y un número de teléfono. Decidí caminar hasta aquella dirección -Ahumada 341, 5to piso-, me sentía acompañada con mis audifonos y mi música, por alguna extraña razón no había mucha gente en ese lugar. Camine, mientras cantaba sin importar nada, me dedique a mirar los departamentos (quizás con la ilusión de poder vivir en uno de ellos) hasta que me di cuenta que cantaba en voz alta cuando un caballero que paso por mi lado se rió, yo sonreí y recordé una conversación que tuve ayer con uno de estos "jóvenes delincuentes", donde nuestra conclusión fue "la vida depende de con qué música la escuches" u algo así. A partir de ese momento decidí sonreirle, pasé por el cerro Santa Lucia y me dieron ganas de subir y mirar la ciudad, pero recordé mis labores profesionales y continué el camino prometiéndome a mi misma que dentro de este mes volvería.
Siempre me ha causado alegría ver a extranjeros en mi ciudad, creo que vuelvo a sentir las alegrías que he sentido cuando yo soy una de ellos y me doy cuenta que así como ellos no pasan desapercibidos, debo asumir que yo tampoco lo hago. Después de todo, en Perú, Bolivia y Ecuador mi color de piel me delata y en Argentina y Uruguay digamos que el acento no es el mismo (dentro de los países que he podido visitar). Durante mi camino vi a varios jóvenes españoles fotografiándose en la fuente alemana, el nuevo centro cultural Gabriela Mistral y varios saliendo de la calle Lastarria, además de un par de colombianos y según yo peruanos en las cercanías del cerro.
Al llegar a mi destino no encontré respuestas, pero pensé que la presencia policial y las barreras de contención en ese edificio querían decir algo, alguna actividad o la presencia de alguien importante, "qué se sho", como dirían mis amigos. Volveré mañana o llamaré por teléfono, después de todo fue mas que una caminata cualquiera a un lugar, fue una caminata que me lleno de alegría y que después se confirmo al leer en el libro que me acompañaba hasta hoy, que en dos frases explico lo que sentía: "la alegría que sentimos, nace de la constatación de sabernos cómplices en la aventura de reinventar el mundo"; y la segunda "buscamos la alegría no oficial, la alegría rebelde, la alegría subversiva, la verdadera alegría popular. Entonces sí estaremos revolucionando esta estructura triste a la que nos someten. La risa es una forma de resistir".

¿Qué?, que ¿qué libro leo? Uno que debería haber leído hace mucho, uno que necesitaba leer, ¡ahora!

No hay comentarios: